Aunque nos resulte imperceptible, los plásticos están presentes en todos lados y, si bien desde su hallazgo han solucionado grandes demandas, con el tiempo su industria se incrementó y diversificó tanto que también trajo aparejada una serie de desafíos que exigen repensar el rol de sus productores y consumidores.

“El fenómeno es de tal envergadura que nunca la historia de la humanidad ha visto un descubrimiento tan importante como el de los plásticos. En los últimos 50 años, esta industria fue creciendo de manera sostenida, superando en muchos casos, el crecimiento de otras como la del metal”, reflexionó la investigadora del Instituto de Investigaciones en Ciencia y Tecnología de los materiales (Intema, Conicet, Unmdp) Vera Álvarez durante el evento virtual “Diálogos sobre plásticos”, organizado por el Conicet Mar del Plata en colaboración con la Universidad Nacional de Mar del Plata (Unmdp) y la Red de Investigación de Estresores Marinos–Costeros en Latinoamérica y El Caribe (Remarco).

“Durante los 60, el plástico se ocupó de reemplazar a los materiales para envase ya que antes se usaba madera, cartones y vidrios. En los 70, se empezaron a reemplazar algunos materiales metálicos, y ya durante los 80, la producción creció más del 600%”, dijo la científica.

Mauricio Díaz Jaramillo, del Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras, precisó que los micro y nano plásticos (partículas menores a 5 milímetros) son utilizados para crear otros plásticos y pueden estar presentes en diminutas microperlas. Se encuentran incluso en productos de higiene personal como exfoliantes o dentífricos y sólo representan una pequeña fracción de lo que hay en el ambiente.

“Están cuando lavamos la ropa, tendemos la cama o manejamos, porque la abrasión del neumático con el cemento también produce diminutas partículas que van a llegar al aire”, añadió. Explicó que medir el impacto de este descarte es complejo, dado que no se limita a un solo material, sino a una gran variedad, a su vez compuestos por antioxidantes, retardantes de llama y plastificantes. “Tuvimos la edad de piedra y de bronce. Lo más probable es que dentro de unos años nos recuerden como los que vivimos en la era de los plásticos”, dijo Álvarez.

Residuos plásticos

La ecóloga Carolina Monmany Garzia, investigadora del Instituto de Ecología Regional (Conicet-UNT), explicó que, según el Observatorio Nacional de Residuos, el promedio de descarte por persona por día a nivel nacional es de un kilo. Tucumán se ajusta a ese esquema, mientras que la provincia que menos residuos descarta es Misiones -su promedio ronda los 400 gramos por persona por día-, y la que se encuentra en el extremo opuesto es Buenos Aires, con 1,5 kilo. “La mitad de esos residuos es orgánica y la otra mitad es plástico”, alertó.

Sobre las variaciones en la cantidad de descarte, sostuvo que se vinculan con el poder adquisitivo: cuanta más plata tenemos, más residuos generamos. “Las clases sociales más altas son las que más descartan. Pasa entre países también”, afirmó. En general, estos países también son los que más impulsan políticas de reciclado, pero no es suficiente.

“El problema es que no siempre reciclan en su propio país. El claro ejemplo es Estados Unidos, que envía residuos al sudeste asiático. Entre 2019 y 2020, China dejó de recibir esa basura y fue tremendo porque ahora tiene que gestionar su propio descarte y no da abasto”, señaló.

Aseguró que se trata de un problema ético y ambiental: “ético porque los otros no tienen que encargarse de nuestros propios malos hábitos y cada jurisdicción debe gestionar lo que descarta porque eso se vincula con el problema ambiental”.

Y remarcó que si se trasladan residuos de un punto a otro del planeta, se genera muchísimo dióxido de carbono a la atmósfera -por el uso de aviones y barcos-, lo que afecta el clima.

En el mundo

Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), cada año se producen más de 400 millones de toneladas de plástico en el mundo. El 79% de los desperdicios generados del plástico se encuentra en vertederos o esparcido en el aire, mientras que sólo el 9% se recicla y un 12% se incinera, lo que que también contamina.

“El plástico no es el problema, sino lo que hacemos con él”, declaró Erik Solheim, representante de ONU Medioambiente.

“Si los patrones de consumo y de gestión de residuos continúan, en 2050 habrá en torno a 12.000 millones de toneladas de basura de plástico en vertederos y en el medioambiente”, reflejó el informe.

Sobre las cifras de reciclado, Monmany Garzia discrimina: “Incluso no se llega a ese número porque del 9% de los plásticos que entran a las cadenas de reciclaje, solo el 2% se recupera dado que las máquinas no son 100% eficientes”. “El resto va al ambiente. Realmente es una tragedia ambiental lo que está ocurriendo, lo único que nos puede salvar es cortar el consumo de plásticos de un solo uso”, asegura.

Estrategias

Monmany Garzia apuesta a bajar el consumo individual para forzar a que la industria se replantee el sistema de producción actual. “Lo llamamos lineal porque desde que se convierte en plástico hasta que se descarta es una línea, no hay retorno ya q que la mayoría de los microorganismos no pueden desarmarlo. En vez de ser una economía circular, es lineal, esto significa que es como una canilla abierta en la que se desperdicia todo el tiempo residuos plásticos que no se van a recuperar más”, explica.

Álvarez indicó que en el país, cada persona consume en torno de los 55 kilos de plásticos. “Es una cantidad muy grande. El aumento en la fabricación de los plásticos, el tamaño de las poblaciones y el manejo de los residuos urbanos ha generado muchos retos. Se estima que unos 13 millones de toneladas de contaminación de plástico terminan en el mar cada año, lo que equivale a un camión lleno que se vuelca al mar cada minuto”, desarrolló.

Ante una situación tan compleja propone dos grandes estrategias: el reciclado y el uso de plásticos biodegradables. “Son las salidas que podríamos ir encontrando para que estos productos, en lugar de ser nuestros enemigos que generan contaminación sean aliados para nuevos materiales y desarrollos. Así, en lugar de perjudicar el medio ambiente, tratemos de favorecerlo”, propuso. 

(Producción periodística: Guadalupe Pereyra).